La Química es una ciencia cuyo objetivo es el estudio de la materia en cuanto a su composición, propiedades y transformaciones. Lo que distingue a la Química de otras disciplinas que también se ocupan del estudio de la materia, es que relaciona todo esto con su microestructura; es decir con el mundo de las partículas que la constituyen.
La
primera finalidad de la Química es averiguar cómo los materiales pueden
identificarse o distinguirse, por las
substancias de que están formados los objetos.
Al
contemplar nuestro mundo material se observan incesantes cambios en los que unos
cuerpos desaparecen y se transforman en otros distintos. Estos cambios o
transformaciones se conocen como reacciones químicas. Esto es, la posibilidad de su
realización, la extensión en que tienen lugar, la velocidad con que se verifican
y las relaciones cuantitativas entre las substancias que intervienen en la
transformación o entre ellas y la energía desprendida o absorbida en la misma es
la segunda finalidad de la Química.
El
mecanismo de las reacciones químicas depende de la estructura íntima de las
substancias y, en consecuencia, el objeto final de la Química es el de la
constitución de la materia, puesto que este conocimiento permite identificar y
diferenciar las substancias, comprender sus propiedades y establecer su
comportamiento frente a otras clases de substancias o bajo la acción de
cualquier forma de energía.
Por último, la Química no se limita al estudio de las
substancias que componen los seres vivos e inanimados existentes sobre la
tierra, así como de las que constituyen las estrellas, sino que, más importante,
extiende incluso su finalidad al descubrir incesantemente nuevas substancias que
no se encuentran en la Naturaleza y cuyas propiedades y aplicaciones las hacen
en muchísimos casos de incalculable valor.
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